Perdón

 




Últimamente me he olvidado que no debo pedir perdón por sentir. 


No puedo controlar cuando un momento me hace feliz que río a carcajadas o tan triste que me echo a llorar sin poder detenerme. 


Tampoco controlo cuando aparecen mariposas en mi estómago porque me lo encontré a él. O lo roja que se pone mi cara por hacer coraje cuando algo me parece injusto. 


Crecí con la idea de que debía tener el control de cada una de mis emociones, como una clase de robotito que sonríe cuando le picas un botón y dice frases amables cuando picas otro. No podía llorar en público porque la gente se pone incómoda con cualquier otro sentimiento que no sea alegría o agradecimiento, incomodar a la gente era algo que debía evitar. Como si todos ellos importaran más que yo misma. 


 Egoísmo, me decían. 

Amor propio, era la realidad.


Me quedé un tiempo con la idea de que mi corazón debía ser de hojalata, y olvidé que era de cristal. Frágil pero al mismo tiempo fuerte y hermoso. 


Entonces lo entendí; solo podía sentir porque estoy viva. Amor, enojo, rabia, tristeza, desperación, nerviosismo, alegría, orgullo... Todo eso es posible porque estoy viva. Lo fuerte de mis carcajadas, lo frenético de mis lágrimas, los latidos de mi corazón cuando lo veo e incluso la emoción al intentar hacer algo nuevo. 


Un día, toda esta vida dejará mi cuerpo y con él, se irán todas esas emociones incontrolables.


Así que mientras tanto, debo dejar de pedir disculpas por el fuego de ser quien soy. Que quemará a algunas personas pero también dará calor y seguridad a otras. 


Ya no tengo tiempo para disculparme por estar viva.

Comentarios

You may also like ...

Gift Guide 2020

Show some l♥ve on Instagram

Este año he leído ...

Magnificent Bastard
Rebel Heir
The Outskirts
Follow Me Back
Midnight Blue
Running Mate
Smut
On a Tuesday
Pop Rock
The Layover
Burn Before Reading
American Girl on Saturn
Fame
Egomaniac
Infinity + One
Veiled Innocence
Breakdown
Renegade Fire
And Then You
The Start of Me and You


Mar's favorite books »