Anatomía de un sueño: detrás de las fotos.

Me encantaría decir que soñar es tan bonito como luce en las fotos de colores brillantes, flores y brillos. Que es tan fácil como decir "yo quiero esto" y que el mundo solito va a conspirar a favor tuyo para ayudarte a cumplirlo, pero no.

La gente ha dejado de soñar, porque hay consecuencias tan altas que solo una persona que ha deseado toda su vida cumplir su sueño, está dispuesto a pagar.
El mundo se ha vuelto un lugar cruel para los soñadores, donde casi no tenemos cabida. Donde es más fácil perder, que ganar. Dónde cada paso que te acerca más a tu sueño, te deja solo.

Últimamente la gente no para de decirme lo inútil que les parece a ellos que siga persiguiendo una meta, que siga haciendo algo que amo hacer *inserte risas aquí, por favoooorrrr*.
Pero he aquí lo que yo creo que es la verdad; la gente no soporta perder, no soporta la idea de estar sin saber qué va a pasar mañana. Hay una cantidad enorme de gente que prefiere irse a lo seguro y sentirse miserable por el resto de su vida, que arriesgarse a emprender un viaje que les puede dar mucha felicidad a largo plazo. Porque muchas veces buscamos lo que nos produzca una seguridad inmediata. Seguridad que ese trabajo, esa carrera, esa amistad o relación nos aporta. Seguridad que muchas veces no tiene nada que ver con hacerte feliz y nos estancamos en ello. Porque lo conocemos, sabemos lo bueno y malo, sabemos que esperar y aunque duela admitirlo, jamás nos retará a ser mejores, a dar más de lo que tenemos, a subir y aprender nuevas cosas que ni siquiera nos pasan por la cabeza.

Entonces, seguro te preguntas

"¿Mar, neta vale la pena soñar, si tiene tantas cosas negativas? ¿Si voy a perder a tanta gente, muchas personas me van a dar la espalda, si voy a estar insegura durante meses o años?"

Y con la más enorme sonrisa te contesto: ¡SI! Millones de veces sí.

La vida es demasiado corta y nada es seguro, si siquiera esa "fake safety" que algunas cosas (aplica también para personas) nos hace sentirla. Nada nos asegura que seguiremos vivos al final del día, que tendremos un trabajo seguro cuando terminemos esa carrera que fuimos forzados a estudiar, nada te asegura que el día de mañana no harás algo que te dejará sola porque creías que era lo mejor en vez de escuchar lo que realmente querías.

Nada es seguro en esta vida, salvo UNA sola cosa; te vas a morir.

Y venga, no quiero sonar como "ay, Mar no seas tan negativa" pero es la verdad, nada va impedir que mueras. Cada minuto que seguimos vivos es un minuto que nos acerca más a la muerte, ¿eso debería darte miedo? NO. Eso debería despertarte, debería mantenerte alerta ante todo. Debería hacerte cuestionar absolutamente todo; ¿la gente con la que te rodeas te hace sentir bien o solo te hace sentir menos sola por unos minutos? ¿realmente vas a enfocar toda tu energía en algo que no amas? ¿Deberías conformarte con esto, toda tu vida?

Un sueño deja de serlo hasta que comienzas a hacer algo por cumplirlo.

¿Va a ser fácil? No. ¿Vas a perder gente en el camino? Sí, pero en cuanto vean lo capaz que eres de realizar tus sueños, todo el mundo va a querer estar cerca de ti. Para entonces ya te habrás dado cuenta, que estar sola vale muchísimo más la pena que estar rodeada de gente que te hace sentir sola. ¿Te van a dar la espalda? Sí, cientos de veces. Podrás ser una persona criticada, menospreciada por dar un paso hacia lo desconocido y tomar un riesgo enorme.

Pero en el camino, que quizá comiences estando sola, te vas a topar con gente que tiene esas mismas metas. Gente que también ha perdido cientos de cosas solo por haber dado ese primer paso. Vas a encontrar cientos de aprendizajes y te vas a caer fuerte, pero con mucha suerte, esas mismas personas van a ayudarte a levantar cada vez. Vas a encontrar que cada meta que te cueste muchísimo lograr, te hará sentir una paz infinita, una felicidad demasiado indescriptible.

Vas a dudar de ti, vas a encontrar gente que va a hacerte dudar de ti y convencerte de que tires a la basura todo el esfuerzo que ya has puesto. Pero entonces, deberás recordar el sabor de esas victorias chiquitas, del pensamiento recurrente que a veces te va a atacar diciendo "¿ves cómo si puedes con esto?". Y debes celebrarlas, agradecerte por seguir en un camino donde mucha gente se rinde y poca triunfa hasta el final. Es tu vida, tu felicidad, no confíes el ponerla en las manos de alguien más.

Va a ser un viaje largo pero va a valer la pena.

Quisiera terminar esta entrada citando a mi personaje ficticio favorito del mundo de los libros;